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Bricolaje

Pinturas ecológicas

Los amantes del bricolaje suelen disfrutar haciendo pequeñas o grandes reformas en casa que implican el uso de herramientas y materiales no exentos de cierta peligrosidad. Al igual que un disolvente o una pintura pueden ser agresivos para los ojos o las manos, por eso se recomienda trabajar con protección, nuestro entorno más cercano también se ve afectado por los vertidos de esos componentes tóxicos. Afortunadamente siempre hay algo que podemos hacer para solucionarlo.

Para empezar, en las tareas de pintura o en el uso de otros productos de limpieza o desinfección podemos recurrir a aquellos que lleven el calificativo de 'ecológico' o 'natural'. En estos casos siempre es conveniente echar un vistazo a la etiqueta del artículo en cuestión: en Europa es obligatorio incluir símbolos que hagan referencia a la toxicidad y peligrosidad de los químicos que contiene.

Generalmente los pigmentos que se fabrican con resinas naturales, látex o aceites carecen de los VOCs, compuestos orgánicos volátiles, que se desprenden del disolvente cuando éste se evapora al secarse la pintura. Los VOCs, aparte de ser contaminantes para la atmósfera, son perjudiciales para la salud, ya que pueden afectar a las vías respiratorias, la piel o los ojos, mucho más si estamos ante personas que padecen asma, fatiga o alergias. Desde luego es aconsejable no pintar nunca las habitaciones de los niños con pinturas elaboradas con disolventes.

También la investigación química intenta sustituir estos componentes mediante el uso de pigmentos hidrosolubles o de base acuosa, que, por ahora, no parecen ofrecer resultados tan óptimos como los tradicionales. En cualquier caso, hemos de tener en cuenta que la utilización de pinceles, rodillos y brochas siempre es menos nociva que recurrir a pistolas o aerosoles, que emiten más gases tóxicos al ambiente. Asimismo, acuérdate de ventilar bien a la hora de trabajar: es imprescindible para evitar inhalar gases perjudiciales.

El reciclaje y precauciones
Las pinturas se consideran muy contaminantes en cuanto al procesamiento de residuos. Tanto es así que en algunos países existe una recogida especial de estos desechos que minimiza su peligrosidad para el entorno y la salud pública. Un buen modo de reducir en casa la toxicidad de estas basuras es, sencillamente, comprando menos, y ajustándonos a la cantidad que realmente vamos a necesitar. Cuanta menos pintura sobre, mejor.

En España no todos los residuos de pintura son RTP (Residuos Tóxicos y Peligrosos). Lo son cuando se fabrican con disolventes; si su base es agua, no son considerados como tales. Para tirar los primeros, es conveniente acudir a un punto limpio donde se recojan RTPs; en el segundo caso suele ser suficiente con limpiar con agua el envase y desecharlo en el contenedor amarillo.

Para evitar contratiempos, mantendremos los botes siempre bien cerrados: si se abren, es fácil que se escapen al ambiente sustancias tóxicas, o también se puede verter pintura en el suelo, corriendo el riesgo de contaminar las aguas subterráneas. Y cuidado con el fuego: su proximidad a la pintura hace que ésta desprenda plomo altamente contaminante.

Objetivos comunes
Las Normativas Medio Ambientales de la Unión Europea y la filosofía del Protocolo de Kyoto exigen que la industria química se adapte a los requerimientos ecológicos que el planeta está pidiendo a gritos, por eso existe una fecha límite para que pinturas y barnices se acomoden a estas exigencias: el 2010.Las empresas del sector ya han comenzado a lanzar productos que se adecúan a estas especificaciones, no sin realizar un gran esfuerzo humano y económico. Llegar a estos objetivos en el plazo límite exigido puede resultar para muchas compañías una ardua tarea de reciclaje, pero bien saben que ese trabajo, a la larga, acabará beneficiándonos a todos.

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