Pestillos para puertas
De qué están hechos
Generalmente los pestillos son de latón, con la superficie pulida o cromada, aunque también los hay de plástico e imantados. La elección depende del uso que se le quiera dar y del armario en que se monte.
Un truco importante
Es conveniente que los cierres imantados cuenten con algo de movilidad, con el fin de que el imán haga contacto completo y así se ejerza toda la fuerza de sujeción de la puerta. Para ello es preciso no apretar al máximo el tornillo de fijación de la chapa.
Tipos y funciones
- Planos: se utilizan sobre todo en las puertas de doble hoja para bloquear una de las hojas.
- Acodados: también se emplean en puertas de doble hoja, aunque en este caso, las puertas dobles descansan delante del cuerpo del armario.
- Para esquinas: los cerrojos se embuten en las puertas de los armarios.
- Muelle: mantienen las puertas cerradas, ejerciendo el muelle su fuerza al empujar la puerta por fuera.
- De regleta: son muy seguros y cómodos de instalar. La parte del pestillo colocada en el cuerpo del armario suele ser de plástico.
- De bolas: éstos descansan en el cuerpo del mueble o en la puerta, frente a la chapa o gancho de cierre. Si son de doble bola, disponen de tornillos que se pueden regular para realizar mayor o menor presión.
- Magnéticos: los hay de diversos tamaños y con distintas fuerzas de retención. En este caso, el imán descansa sobre el cuerpo, y la contraplaca se atornilla en el lado interior de la puerta. Los cierres de imán están pensados para puertas que hacen tope. Por supuesto, pueden ir incrustados o no.
Dónde usarlos
Puedes emplear pestillos en armarios de puertas dobles, para sujetar una de ellas, o en puertas simples, para cerrarlas completamente. Dependiendo del tipo de cerrojo o pestillo, éstos irán situados lateralmente, en la parte inferior e incluso incrustados en la madera. También del estilo depende que el armario lleve o no tiradores.
0 comentarios